jueves, 28 de abril de 2011

El Humongosaurito no se rinde


Cuatro semanas desde el último post, demasiado para mi gusto.  Este blog es, antes que nada, un regalo para Santiago, para que cuando sea mayor (¿qué he dicho?) tenga un testimonio de momentos que temo se nos escapen de la memoria para poder relatárselos.  Así podrá enterarse no sólo de anécdotas sino de lo que su papá y yo sentimos y vivimos en este asombroso camino de acompañarle a crecer. 

Por eso siempre que podemos juntamos material y lo dejamos en el horno esperando a poder tener un rato para publicarlo.  Ya llegará. 

Mientras tanto nos alegramos de que esta mañana, después de cuatro días con sus noches, se haya despertado sin fiebre y más aún, nos alegramos de que después de 30 noches prácticamente ininterrumpidas de pesadillas, despertares en medio de llantos de terror, temblores imposibles de calmar, confusión y más lágrimas, haya podido dormir de un tirón, como siempre había sido.

Y puede que esta noche nosotros también podamos dormir de un tirón, con los huesos rotos pero una bonita sonrisa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario